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La fábula que ahora vais a escuchar tiene dos protagonistas, una zorra y unas uvas. Una zorra paseaba ufana por los campos de su tierra y vio unas uvas que crecían en una parra... hum ¡ ñam, ñam ¡ qué deliciosas parecen ! ayyy ¡ dijo relamiéndose hambrienta. Me las comeré antes de que alguien mas venga y las vea. Las uvas colgaban en lo alto de la parra, la zorra se estiró, se estiró... ay, ay, ay , se estiró todo lo que pudo pero no era lo bastante alta para alcanzarlas. Saltó... arriba zorrita, inténtalo... hale hop, arriba zorrita, saltó de nuevo otra vez, pero cada vez que saltaba casi casi alcanzaba las uvas, sin embargo siempre que saltaba repetidamente fallaba en su intento. Saltó hasta que sus patas estuvieron tan terriblemente cansadas que no pudieron saltar más y todavía las uvas colgaban de manera provocativa en la parra. Entonces la zorra reflexionó; - ahora veo que estaba equivocada - dijo la zorra mientras se alejaba de la viña con el hocico en alto como si no le importase; - al principio pensé que las uvas estaban maduras y listas para comer pero ahora veo que están verdes y en absoluto apropiadas para comerlas, y es que, amiguitas y amiguitos, no siempre se consigue lo que uno quiere. |
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