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El cuento fantástico
La tarea que te proponemos aquí es componer un cuento fantástico.
Para ello, vas a leer y comentar cuentos que te sirvan de ejemplo para redactar tu propio relato.
Esta tarea te va a servir para aprender lo siguiente:
1. Procedimientos narrativos:
- Inventar y redactar el argumento de un cuento fantástico <
- Contar desde un determinado punto de vista.
- Contar lo que dicen los personajes
- Usar verbos con significado de "decir" para contar lo que dicen los personajes.
2. Conocimientos de la lengua:
- Uso del pretérito imperfecto y del perfecto simple.
- Uso del pluscuamperfecto..
- Ortografía de los verbos más usuales (y palabras de sus familias léxicas): haber, deber, saber, hacer, echar, ir, estar, ver, etc.
- Uso de B en el imperfecto de indicativo de la primera conjugación.
- Uso de la tilde según las reglas generales de la acentuación, pero también en vocales tónicas del hiato y en palabras que requieren tilde diacrítica.
El cuento fantástico presenta hechos y situaciones de la vida cotidiana; pero éstos se ven afectados por algo anormal.
El lector no sabe si este hecho anormal tiene causas sobrenaturales o es fruto de la imaginación del protagonista.
El narrador presenta los hechos de modo que se produzca esta incertidumbre.
La ambigüedad se mantiene hasta el fin de la aventura. ¿Realidad o sueño? ¿Verdad o ficción? ¿Las cosas suceden realmente o son imaginadas por un personaje?"
El cuento será fantástico mientras se mantenga esta ambigüedad para el lector.
Vamos a leer un cuento para debatir qué es lo que le hace ser un cuento fantástico.
La soga
A Antoñito López le gustaban los juegos peligrosos: subir por la escalera de mano del tanque de agua, tirarse por el tragaluz del techo de la casa, encender papeles en la chimenea. Esos juegos lo entretuvieron hasta que descubrió la soga, la soga vieja que servía otrora para atar los baúles, para subir los baldes del fondo del aljibe y, en definitiva, para cualquier cosa; sí, los juegos lo entretuvieron hasta que la soga cayó en sus manos. Todo un año, de su vida de siete años, Antoñito había esperado que le dieran la soga; ahora podía hacer con ella lo que quisiera. Primeramente hizo una hamaca colgada de un árbol, después un arnés para el caballo, después una liana para bajar de los árboles, después un salvavidas, después una horca para los reos, después un pasamano, finalmente una serpiente. Tirándola con fuerza hacia delante, la soga se retorcía y se volvía con la cabeza hacia atrás, con ímpetu, como dispuesta a morder. A veces subía detrás de Toñito las escaleras, trepaba a los árboles, se acurrucaba en los bancos. Toñito siempre tenía cuidado de evitar que la soga lo tocara; era parte del juego. Yo lo vi llamar a la soga, como quien llama a un perro, y la soga se le acercaba, a regañadientes, al principio, luego, poco a poco, obedientemente. Con tanta maestría Antoñito lanzaba la soga y le daba aquel movimiento de serpiente maligna y retorcida que los dos hubieran podido trabajar en un circo. Nadie le decía: “Toñito, no juegues con la soga.”La soga parecía tranquila cuando dormía sobre la mesa o en el suelo. Nadie la hubiera creído capaz de ahorcar a nadie. Con el tiempo se volvió más flexible y oscura, casi verde y, por último, un poco viscosa y desagradable, en mi opinión. El gato no se le acercaba y a veces, por las mañanas, entre sus nudos, se demoraban sapos extasiados. Habitualmente, Toñito la acariciaba antes de echarla al aire, como los discóbolos o lanzadores de jabalinas, ya no necesitaba prestar atención a sus movimientos: sola, se hubiera dicho, la soga saltaba de sus manos para lanzarse hacia delante, para retorcerse mejor.Si alguien le pedía:—Toñito, préstame la soga.El muchacho invariablemente contestaba:—No.A la soga ya le había salido una lengüita, en el sito de la cabeza, que era algo aplastada, con barba; su cola, deshilachada, parecía de dragón.Toñito quiso ahorcar un gato con la soga. La soga se rehusó. Era buena.¿Una soga, de qué se alimenta? ¡Hay tantas en el mundo! En los barcos, en las casas, en las tiendas, en los museos, en todas partes... Toñito decidió que era herbívora; le dio pasto y le dio agua.La bautizó con el nombre Prímula. Cuando lanzaba la soga, a cada movimiento, decía: “Prímula, vamos Prímula.” Y Prímula obedecía. Toñito tomó la costumbre de dormir con Prímula en la cama, con la precaución de colocarle la cabecita sobre la almohada y la cola bien abajo, entre las cobijas.Una tarde de diciembre, el sol, como una bola de fuego, brillaba en el horizonte, de modo que todo el mundo lo miraba comparándolo con la luna, hasta el mismo Toñito, cuando lanzaba la soga. Aquella vez la soga volvió hacia atrás con la energía de siempre y Toñito no retrocedió. La cabeza de Prímula le golpeó el pecho y le clavó la lengua a través de la blusa.Así murió Toñito. Yo lo vi, tendido, con los ojos abiertos.La soga, con el flequillo despeinado, enroscada junto a él, lo velaba.
Silvina Ocampo, Cuentos difíciles. Antología, Buenos Aires, Colihue, 1999.
Actividad
Vais a conversar en grupos sobre esta cuestión, y después de unos minutos daréis a conocer a vuestros compañeros vuestras conclusiones:
¿Por qué La soga es un cuento fantástico?
Releed la información que aparece arriba sobre qué es un cuento fantástico.
Por Felipe Zayas en Lengua-Literatura el 09.05.10 con 12 comentarios
cuento,
relato,
narración
Los comentarios están cerrados.
12 comentarios
[1] Por Carlota Bloom el 18.05.10/10:51 Responder
No sabes, Felipe, qué oportuno es tu trabajo. Estoy preparando una unidad didáctica sobre Borges y Cortázar para mis alumnos de 4º de ESO de Literatura universal y esta propuesta -como creo que todas de las que publicáis aquí- es oportunísima. ¡Muchas gracias!
[2] Por Felipe Zayas el 24.05.10/18:24 Responder
Pues me alegro mucho, Carlota. Es gratificante saber que estas cosas sirven y a quién. Saludos.
[3] Por Paloma el 04.11.10/19:12 Responder
A mí me parece que es un cuento fantástico porque las sogas no tienen vida.
[4] Por jorgeppcs05 el 05.11.10/10:49 Responder
A mí me da algo de pena que el niño se muera, pero eso le pasa por querer jugar siempre a algo peligroso. Me ha gustado, pero me gusta más el blog.
[5] Por pelayo el 05.11.10/10:51 Responder
El cuento esta muy bien pero cuando se muere el niño te invade una triste sensación. Espero que halle un montón de comentarios.Con el BLOG de clase podremos transmitir montones de sensaciones.
Pelayo Presa.
[6] Por carlos el 05.11.10/10:53 Responder
A mí me parece que es muy triste que fuera la soga con la que él jugaba tanto quién le matara.Además me parece que si hubiera sido un poco constante se hubiera dado cuenta de que la soga no era un juguete.
[7] Por pablo el 05.11.10/10:53 Responder
Me parece que el niño era muy travieso. No le debieron dejar la soga , ya que es un artilugi peligroso . Creo , que el final es demasiado dramático ya que quería mucho a la soga y jugaba con ella diariamente .
[8] Por jorge el 05.11.10/11:02 Responder
Muy bonito el cuento , es increíble que un niño ame tanto a una soga.No comprendo por qué lo mata al final.
Un saludo Jorge López.
[9] Por Andrea el 12.01.11/17:18 Responder
''La soga'' es un cuento fantástico porque no se puede convertir una soga en una serpiente.
ANDREA 1ºE
[10] Por Brigitte el 10.09.11/00:30 Responder
Muchísimas gracias por compartir este trabajo con nosotros. Soy profesora de español en Francia y estoy organizando para mis compañeros y sus alumnos un concurso de redacción de cuentos fantásticos en el que pueden participar alumnos de 1ero de bachillerato de todo el districto académico. Por supuesto, mis grupos de 1ero ya están apuntados y muy motivados.
¡Gracias por acompañarnos indirectamente en esta aventura!
[11] Por Marta LucÃa el 19.07.13/17:03 Responder
Hola Felipe:
Desde Argentina celebro que Silvina Ocampo, Borges y Cortázar caminen las páginas de los lectores españoles de literatura fantástica.
Nosotros, en otras lecturas de Manrique, Cervantes o el Romancero hacemos que el diálogo de la cultura se avive permanentemente.
Gracias. Un abrazo desde Buenos Aires
[12] Por Amparo Massó el 26.10.14/23:55 Responder
Hola Felipe, imagino que no te acordaras de mí. Yo sí de ti. Fui alumna tuya en el IES Isabel de Villena, allá por 1982 ¡¡¡hace 34 años!!!!
Gracias por este blog y por haberme soportado como alumna. Soy profesora de
E/LE desde 1992, actualmente en el Instituto Cervantes de Rabat.
Un abrazo y gracias.