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Las voces del poema. Actividades para un taller de recitación.
Actualizado el 02.09.06/12:21
En los poemas generalmente oímos una sola voz: la del personaje que el poeta ha creado.
Pero si este personaje narra alguna historia, entonces quizá oigamos las voces de los personajes de esta historia.
También puede ocurrir que el poema tenga forma dialogada: en ese caso oímos las dos voces que se van alternando a lo largo del poema.
Finalmente, hay veces que el personaje poético se desdoble en "dos yoes": en este caso no hay diálogo, pero en el poema también oímos dos voces.
En las siguientes actividades oirás poemas de estos tres tipos y encontrarás poemas para que tú los recites.
Hay poemas en los que el personaje poético es un narrador que cuenta alguna historia. En algunos de estos poemas podemos oír las voces de los personajes, como en éste de Federico García Lorca, que vas a oír recitado por Rafael Alberti
Arbolé, arbolé
seco y verdé.
La niña del bello rostro
está cogiendo aceituna.
El viento, galán de torres,
la prende por la cintura.
Pasaron cuatro jinetes
sobre jacas andaluzas
con trajes de azul y verde,
con largas capas oscuras.
"Vente a Córdoba, muchacha".
La niña no los escucha.
Pasaron tres torerillos
delgaditos de cintura,
con trajes color naranja
y espadas de plata antigua.
"Vente a Sevilla, muchacha".
La niña no los escucha.
Cuando la tarde se puso
morada, con luz difusa,
pasó un joven que llevaba
rosas y mirtos de luna.
"Vente a Granada, muchacha".
Y la niña no lo escucha.
La niña del bello rostro
sigue cogiendo aceituna,
con el brazo gris del viento
ceñido por la cintura.
Arbolé arbolé
seco y verdé.
Actividad 1.1.
Lee ahora este otro poema de Federico García Lorca. En él también oímos voces que no son las del narrador, pero no hay signos de puntuación que las señalen. Distingue estas voces e identifica los personajes a los que pertenecen.
ROMANCE DE LA LUNA, LUNA
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lubrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.
Actividad 1.2
Cuando hayas resuelto la cuestión anterior, recita el poema tratando de diferenciar las diferentes voces que se han de oír.
Por Felipe Zayas en Lengua-Literatura el 31.08.06 con 6 comentarios
recitación,
poesía,
García Lorca,
Juan Ramón Jiménez,
Rafael Alberti
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