De una manera alam
icada y per
ersa, siempre minuciosa, se va construyendo un clima opresi
o que hace contrastar, por una parte, los crueles des
gnios de un grupo de adolescentes sal
a
es y llenos de odio; y por otra, la anécdota amorosa, familiar y contin
ente de un marino adusto y soñador, y la e
quisita madre
iuda de uno de aquellos chicos.
Am
os mundos chocarán y s
lamente el lector, la amante que espera en
ano, o el comprensi
o mar, llorarán la suerte del marino arrojado al
élido
para
so de su gloria. |