El águila, el cuervo y el pastor.

 

 

 

Lanzándose desde una cima, un águila arrebató a un corderito. La vio un cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no logró soltarse.
Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños.
Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y él les dijo:
- Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.

 

Marcad la moraleja correspondiente.

 
Más profundo es nuestro dolor cuando nos vencen con nuestras propias armas.

Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no en lo que no te corresponde.

Con paciencia se resuelven muchas dificultades.