El color no existe, es una sensación radicada en nuestro cerebro que interpreta de forma particular algunas propiedades físicas de la luz porque la luz es color. Gracias a la luz vemos las cosas y además apreciamos su color. Se dan diferencias de color cuando la luz es natural o artificial. La luz y color del verano varía respecto a la del invierno y la luz de una lámpara fluorescente da a las cosas un tono levemente azulado. Tomad una manzana y vedla en una ventana expuesta a la luz del día, en una habitación oscura iluminada con una linterna y en el atardecer, cuando se aproxima la noche. Hacedlo y notad la diferencia de matices, la diferencia de colores. Ved el vídeo de abajo, ajustad vuestro nivel de sonido, dejad que las imágenes transcurran solas y disfrutad con este mágico espectáculo de luz y color.