-1-Había una vez un zapatero que no podía trabajar por lo cual era muy pobre. Un duendecillo del bosque decidió ayudarle y por ello le enseñó una canción. El duendecillo le dijo al zapatero; - para hacer zapatos muy chiquitos al enanito deberás cantar muy bajito la canción que te he enseñado, y para hacer grandes zapatos al gigante has de cantarla muy alto y fuerte. Así lo hizo el zapatero y desde entonces trabajaba mucho y bien, por lo cual era feliz y recuperó su fuerza perdida. Nuevamente el zapatero volvió a su taller con gran alegría y muchas ganas de trabajar con sus zapatos cada vez más solicitados y muy bien vendidos. El zapatero dejó de ser pobre, tuvo mucho trabajo y vivió feliz muchos años.
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