Mostrar todas las preguntas
Pero la muerte, desde dentro, ve.
Pero la muerte, desde dentro, vela.
Pero la muerte, desde dentro, mata.
Digo vivir, vivir como si nada
hubiese de quedar de lo que escribo
Es que quiere quedar. Seguir siendo,
subir, a contra muerte, hasta lo eterno
¡Retira, oh Tú, tus manos asembrinas
-no sé quén eres tú, siendo Dios mío!
Volví la frente: Estabas. Estuviste
esperándome siempre.
Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Pasó sin darme cuenta. Como un viento
en la noche. (Y yo seguí dormido.)
[...] Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.
lo más hermoso
son los hombres que parlan a la puerta
de la taberna, sus solemnes manos
que subrayan sus sílabas de tierra.