La bruxa
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La bruxa
una mujer joven. Aunque
una bruja, no
o, al menos, no
tan vieja como las brujas de otros cuentos.
rubia, de ojos azules y no sé si
exactamente guapa, pero
muy coqueta y presumida. Aunque
sola en su casa con sus dos mascotas, siempre
bien vestida y arreglada.
muy romántica y siempre
leyendo novelas de amor.
Su sueño
conocer al príncipe de su vida. Como no
fácil, decide convertir a una de sus mascotas -que
una ranita muy simpática- en príncipe. El truco de magia para hacerlo
en uno de sus libros. Cuando la poción mágica
casi hecha tiene un problema y
que uno de los ingredientes
agotado.
unas hojas que crecen solo en un lugar que
al otro lado del bosque.
La bruxa
una mujer muy decidida y
decidida a ir en su busca. Coge a la ranita y se montan en su escoba mágica, pero esta no vuela. No sabe si
estropeada o le falta combustible. Afortunadamente encuentran a un ser un tanto extraño que tiene una gasolinera y llenan el depósito. Este no
nada amable y no le ayuda a hacerlo pero la bruxa
contenta porque pueden proseguir su viaje.
Por el camino,
tan ensimismada pensando en su príncipe azul que no
atenta al camino y chocan contra un árbol porque tampoco ve las señales que le
haciendo la rana. Cuando llegan a la mansión donde crecen esas hojas hay un ogro muy fiero que
vigilándolas, pero nuestra bruxa no
nada miedosa y las consigue.
Cuando regresa a su casa, ya
todo listo para realizar el encantamiento. Pulveriza la pócima sobre la rana y esta se convierte en príncipe, pero en un prícipe que no
muy atractivo;
bajito, calvo y enclenque y la bruxa
decepcionada al verlo aunque no se desanima. Echa mayor cantidad de la pócima y ahora
entusiasmada con el resultado: la rana
ahora un apuesto príncipe, alto, rubio y fornido como suelen
los príncipes de los cuentos.
Nuestra bruxa
enamorada de él. Corre a depilarse y a hacer ejercicio para
más atractiva pero cuando vuelve descubre algo inimaginable para ella. Su príncipe azul no parece
muy varonil: cuando regresa ve que este
marchándose con el repugnante ser de la gasolinera en su moto y, por la forma en que lo
mirando, parece
mucho más atraído por él que por la bruxa...
una pena!
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